De seguro has escuchado en alguna ocasión sobre los polifenoles. Se trata de una de las sustancias no nutritivas, más ampliamente distribuidas en los alimentos. Te contamos qué son, cuáles son sus beneficios, y cómo sumarlos a la mesa habitual.
Qué son los polifenoles
Los polifenoles son un grupo de sustancias químicas que se encuentran en plantas y se caracterizan por tener más de un grupo fenol en su molécula.
Entre estos, encontramos flavonoides, quercetina, ligninas y lignanos, kampferol, catequinas y otros que se distribuyen en diferentes alimentos de origen vegetal.
Se trata de compuestos que no tienen función nutritiva, no aportan calorías y no son como las vitaminas o minerales. Sin embargo, constituyen sustancias bioactivas que pueden impactar de diferentes forma en nuestro cuerpo y su funcionamiento.
Aunque en algunos casos, como sucede con los taninos, se las considera antinutrientes debido que reducen la absorción de minerales como el hierro o el calcio, los polifenoles pueden tener muchos efectos positivos en el organismo humano.
Los beneficios de los polifenoles
Los polifenoles tienen poder antioxidante en nuestro organismo y al mismo tiempo, tienen acción vasodilatadora, antiinflamatoria, antitrombótica y antiaterogénica, según señalan algunos estudios.
Asimismo, en algunos casos actúan sobre la flora intestinal y tienen efecto prebiótico. Es decir, constituyen un sustrato para las bacterias beneficiosas del intestino contribuyendo de esta forma, a reforzar ésta barrera de defensas de nuestro cuerpo.
Por otro lado, debido a sus propiedades antitromboticas y vasodilatadoras, los polifenoles pueden contribuir a reducir enfermedades cardiovasculares diversas, cómo se ha demostrado con el aceite de oliva extra virgen que resulta fuente de un poderoso polifenol: el oleocanthal.
Además, el efecto antiinflamatorio de los polifenoles puede contribuir a disminuir el riesgo de sufrir diferentes enfermedades metabólicas así como también, al tratamiento de otras patologías, como la artritis. Investigaciones señalan que la obesidad, diabetes e incluso el cáncer, pueden beneficiarse de la ingesta de polifenoles.
Por otro lado, se ha demostrado su intervención en la regulación de la grasa corporal y por lo tanto los polifenoles, serían de gran ayuda para mantener un peso sano y una composición corporal adecuada.
Cómo sumar polifenoles a tu mesa habitual
Si deseamos aprovechar todas las propiedades de los polifenoles, recomendamos sumar frutas, verduras y hortalizas diversas a la dieta habitual así como otros alimentos de origen vegetal que pueden ser fuente de estas sustancias no nutritivas beneficiosas para el organismo.
Entre las principales fuentes de polifenoles se encuentran:
- Cacao o chocolate con alto grado de pureza ricos en flavonoides con acción antioxidante.
- Aceite de oliva extra virgen que posee diferentes compuestos fenólicos pero en él destaca el oleocanthal, con potente efecto antiinflamatorio en el organismo humano.
- Legumbres y granos enteros que incluyen flavonoides, ligninas y lignanos diversos.
- Frutas y verduras en general, especialmente bayas, cebollas, ajo, coles, espárragos, berenjenas, remolachas, tomates y pimientos.
- Frutos secos y semillas que ofrecen ante todo lignanos y ligninas.
- Té, especialmente té negro y té verde ricos en taninos y en catequinas, respectivamente.
Algunas recetas ricas en polifenoles que pueden resultar beneficiosas para el organismo son:
- Risotto integral de kale y setas
- Galletas de avena y frutos secos a base de calabaza
- Crackers de semillas y avena
- Muffins fitness de avena, mantequilla de cacahuate y semillas
- Trufas de aguacate
- Salteado de arroz integral y lentejas con vegetales
- Ensalada de alubias blancas y hortalizas asadas
- Salteado de coles de Bruselas con nueces y limón
- Ensalada de quinoa con lentejas beluga y hortalizas crujientes
Estos son los beneficios de los polifenoles y los alimentos que los proveen, así como recetas para sumarlos a la mesa habitual.
Imagen | Jumpstory y Directo al Paladar