Que Karlos Arguiñano es uno de los cocineros más queridos de nuestro país es algo evidente. Casi tan evidente como que es también el cocinero más famoso de España. Décadas de recetas en la televisión han servido para dar a conocer a un chef sin pelos en la lengua que, sin embargo, también tiene un restaurante propio.
Famoso también por sus chistes y por ser uno de los autores de no ficción más leídos de España gracias a sus libros de recetas, Karlos Arguiñano también tiene un restaurante —con su propio nombre— en una de las localidades más turísticas de Guipúzcoa.
El restaurante abrió sus puertas en el año 1979, que aumentaría en 1990 con el añadido de un hotel. Muy vinculado a la cocina vasca, el restaurante de Karlos Arguiñano no figura actualmente en ninguno de los parámetros de Guía Michelin, aunque sí tuvo una estrella entre 1982 y 1997, año en que la perdió.
Tampoco tiene ya Sol Repsol, pues lo perdió en 2018, pero sí tiene un recomendado Repsol, que la guía le concedió en ese citado 2018, bajando ligeramente el escalafón del restaurante Karlos Arguiñano.
Dónde está el restaurante de Karlos Arguiñano
Aunque sea nacido en Beasain, la realidad es que el restaurante de Karlos Arguiñano no está en su pueblo. Tampoco está en San Sebastián, sino que para descubrir su cocina tenemos que ir a la villa marinera de Zarautz, famosa por sus playas y por ser uno de los refugios de surfistas más importantes del País Vasco y es allí, precisamente y en plena playa de Zarautz, donde está el restaurante Karlos Arguiñano.
A apenas 21 kilómetros de San Sebastián, al restaurante Karlos Arguiñano se puede llegar desde la capital guipuzcoana tomando la carretera provincial GI-20 y la autopista AP-8, en un trayecto que rara vez dura más de 25 minutos.
De perfil clásico, tanto en la cocina como en la decoración, el restaurante Karlos Arguiñano cumple con las premisas que el chef siempre ha transmitido de una cocina sencilla y de producto, donde lo importante siempre transcurre en torno al plato dentro de lo que podríamos calificar como un restaurante tranquilo.
Qué pedir en el restaurante de Karlos Arguiñano
Lo primero que debemos puntualizar al hablar del restaurante Karlos Arguiñano es que muy rara vez él va a estar allí. Mucho menos cocinando, lo cual siempre se debe explicar para evitar equívocos en los que los comensales piensen que el chef vasco va a estar al pie del cañón.
Quien sí está como jefe de cocina es su hijo Zigor Arguiñano —en el puesto desde 2010—, además de María Torres —también su hija—, al frente de los postres y la pastelería. De hecho, cuando la presencia de Karlos Arguiñano comenzó a ser más alta en la televisión tuvo que ir restando protagonismo a su vertiente más hostelera, lo que siempre se ha esgrimido como una de las razones de la pérdida de la estrella Michelin.
Una vez allí, tengamos claro que la base del restaurante es la cocina vasca, pero no es ni un asador ni una parrilla de pescado. Tampoco un restaurante 100% tradicional en sus recetas, aunque sí en el uso del producto y en el trato que se da, tanto en la carta como en el menú degustación.
Entre los grandes clásicos conviene citar la sopa de pescado y marisco, las pochas con almejas, el bacalao al pil-pil con sus kokotxas o la txuleta de vaca. Algo más innovadoras pero reseñables son recetas como el pulpo asado con crema de ajo blanco, la ensalada de txangurro con aguacate y vinagreta de algas, el rodaballo con salsa de vermouth y su brandada o el pichón con puré de castañas y bacon, romero y cacao.
Cuánto cuesta comer en el restaurante de Karlos Arguiñano
El menú degustación consta de cinco pasos más postre y además incluye las bebidas, tal y como se explica en la web del restaurante, valorando dos menús degustación en 120 euros. A la carta, el precio cambia ligeramente y se pone en unos 65 euros por persona, sin contar con el vino.
Los platos más caros de la carta son los principales, encabezado por la txuleta de vaca a la parrilla —56 euros— y el arroz caldoso —para dos personas, por 44 euros—, seguidos por 32,80 euros de las almejas a la marinera y los 30 euros del rodaballo con salsa de vermouth.
Entre los platos más amables con el bolsillo hay que mencionar las citadas pochas con almejas, la lasaña de verduras con bechamel de soja o la pasta tagliatelle con crema de foie, beicon e idiazabal, que son de los pocos platos que bajan de los 20 euros.
Respecto al horario, el restaurante Karlos Arguiñano cierra todos los miércoles y no da nunca servicios de cena los domingos. Cierra anualmente en Navidad y en el mes de enero y luego, de enero a junio y de octubre a diciembre sólo ofrece cenas los viernes y sábados. Entre junio y septiembre, abre en horarios de comida y cena salvos los días antes citados.
Imágenes | Restaurante Karlos Arguiñano
En DAP | Las nueve mejores recetas que Karlos Arguiñano nos enseñó
En DAP | Karlos Arguiñano se manifiesta sobre la alta cocina y los menús de 200 euros