Jaime de las Heras
Editor SeniorQuizá la pasta, entendida como macarrones o espaguetis, no sea una tradición gastronómica en España como sí es para un italiano. Por eso, entre otras cosas, nos permitimos veleidades a la hora de prepararla con salsas que, en teoría, a algún italiano causarían urticaria.
Lo cierto es que no vamos a entrar en el dilema de si la carbonara lleva nata o huevo; ni si es una receta centenaria; o si el auténtico ragú a la boloñesa no se puede considerar simplemente una salsa.
Sea como fuere, en España llevamos cocinando pasta muchos años y, en general, la llevamos cocinando mal desde siempre. Pero no voy a entrar en el dilema de si la cocemos demasiado o la cocinamos al dente, sino en el matiz que una amiga italiana, de paso unos días por España por cuestiones de trabajo, ha vuelto a ver en mi casa.
Quizá sea yo el único que lo hace así (de mal), pero al menos en mi entorno es una dinámica habitual. "No sé cómo podéis cocinar así la pasta: mancháis muchísimo", indicaba con un poco de insolencia meditadamente transalpina al ver la cazuela que cogí para preparar unos macarrones que, además, iban a ser insolentemente españoles: con chistorra y tomate de bote.
"Se sale el agua, mancha mucho y, además, ¿cómo vas a cocer ahí una pasta larga?", indicaba y, la realidad, es que tiene razón. Y si vas a un restaurante italiano verás que tienen, sea cual sea el estilo, cocedores específicos para pasta.
HI 22012 - Olla para espárragos o pasta (acero inoxidable, con cesto de alambre, 21 cm de altura)
Todo se resume en una cuestión: altura. En todas las casas italianas que he visto, hay al menos una olla que es la que se utiliza para poder cocinar cualquier tipo de pasta, sea corta o larga, y que no es otra cosa que una olla especialmente alta que es la que va a permitir que, por ejemplo, puedas cocer espaguetis perfectamente sin tener que pelearte en cómo colocarlos.
También en tener altura suficiente para que cuando el agua hierva, el borbotón no manche, salpique o se arrebate, que es otro error bastante habitual porque el agua debe mantener el hervor; pausado, pero hervor.
En cualquier caso, no hace falta que os compréis una olla para pasta, pero sí que tengáis siempre claro que vais a necesitar la más alta de vuestras ollas si queréis hacer pasta de manera más precisa.
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