En 2004 se identificaron en un viñedo de una bodega de La Rioja 35 cepas dispersas de una variedad de uva en peligro de extinción. Se pudieron identificar gracias al trabajo en genética de Fernando Martínez de Toda, catedrático de viticultura en la Universidad de La Rioja, venía realizando desde 1991.
Se trata de la variedad de uva Maturana tinta de la que indican es la que tiene mayor calidad de todas las especies de uva recuperadas hasta la fecha. De hecho hace poco ha sido aceptada como variedad de cultivo dentro de la propia D.O.Ca. Rioja.
Con esta variedad, la Bodega Martínez Alesanco ha elaborado un vino monovarietal llamado Nada que ver, porque precisamente no tiene nada que ver con cualquier otro vino de La Rioja. O bueno, eso es lo que aseguran desde la bodega.
El resultado para poder obtener este vino es consecuencia de la fuerte implicación que ha tenido los avances científicos de la comunidad universitaria con el interés demostrado por las bodegas de la zona que se implican en la mejora sistemática de sus cosechas contando con los últimos avances a su disposición. Solo el paso del tiempo, el transcurso de los años han podido evidenciar que el esfuerzo a merecido la pena.
La importancia, por lo tanto, de saber que dedicar recursos a la investigación merece la pena. Ojala lo apliquen en más ámbitos.
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