Si aún no te has encontrado con el truco viral de exprimir un limón sin cortarlo, enhorabuena. O te estás estrenando en el mundo de internet culinario o de alguna manera has conseguido esquivarlo. Pero ya te adelantamos que es mejor olvidarse del “increíble truco secreto que te cambiará la vida”, porque no merece la pena.
A los murcianos nos ponen el pin de expertos en limón, y yo lo luciría con mucho orgullo, aunque me parece un título exagerado. No somos los únicos en rendir pleitesía a este maravilloso cítrico, y mucho menos fuera de España. Pero sí me considero con experiencia suficiente y bagaje heredado de lemonitis para afirmar que no hay nada como un cuchillo y tu mano para exprimir su zumo.
Los exprimidores eléctricos me parecen un invento que cumple su objetivo, pero ocupan demasiado espacio y son un engorro de limpiar. Prefiero el viejo exprimidor manual de toda la vida, llamado reamer en inglés, o uno tipo presión de palanca. Aunque para usos diarios, nada como la propia mano.
El truco viral en cuestión que mencionábamos al principio consiste en introducir una brocheta en el limón sin cortar, desde la punta de un extremo, habiéndolo estrujando antes rodándolo por una mesa o encimera, para reblandecerlo. La idea es hacer un pequeño conducto por el que extraer chorritos o gotas de zumo sin cortarlo, y así se conservará mejor.
Sí que se consigue sacar algo de zumo, es cierto. Pero considero que es una cantidad ridícula y que no merece la pena. No se extrae todo el zumo que guarda, se pierde aroma y al final se desaprovecha mucha fruta. Además, tampoco se alarga tanto la conservación; un limón cortado aguanta bien en la nevera varios días. Por no mencionar que el chorro puede salir disparado en cualquier dirección, también a tus ojos.
El mejor método para exprimir el zumo de limón
Además de repasar los trucos para exprimir más zumo de limón que ya compartimos en DAP, reivindicamos el viejo corte por la mitad y la presión manual. Es lo más efectivo aunque te manches un poco de jugo los dedos, algo que no viene mal tampoco para la limpieza de la mano.
Si el fruto está muy duro, sí puedes hacerlo rodar antes apretándolo hacia abajo, o probar el método de calentarlo 20 segundos en el microondas. Si necesitas ralladura de su piel, rállala antes de cortarlo, y si no tienes mucha fuerza, corta el limón longitudinalmente y estrújalo con unas pinzas firmes de cocina.
La pulpa que pueda caer en la mayoría de los casos es bienvenida, dando más sabor, pero si necesitas zumo limpio no hay más que colarlo. ¿Y los huesos? Para que no caigan sobre el plato o la fuente, simplemente exprime el limón boca arriba. Te quedarás con esas amargas semillas en la mano mientras cae el jugo.
Sí, es un método quizá atrasado y poco fino o tecnológico, pero es barato, fácil y tremendamente efectivo. Aprieta bien la fruta hasta que no quede ni una gota dentro; los limones no se desperdician.
Exprimidor de limón de madera para el hogar
Imágenes | Marco Verch - Freepik
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