Galani, crostoli, chiacchiere, frappe… el dulce de carnaval con mil nombres, cada sitio de Italia lo llama de una forma distinta, pero son todos versiones de la misma receta. Al ver la fotografía o leer la receta, los galani resultarán familiares a quien conozca las orejas gallegas.
Son todas las recetas parecidas incluso en las distintas variantes, ya que gira alrededor de ingredientes muy similares, pero con ligeras variaciones, hay quien le echa leche, hay quién le echa licor, algunos le añaden levadura... Esta versión italiana lleva, en general, menos grasa y más huevos.
Pero estos dulces de masa frita en realidad no han nacido en Italia ni en Galicia, y son comunes en muchos países. Así en Francia tenemos las marveilles y los bottereaux, en Suiza los Fasnachtschüechli , en Portugal los coscorâos, en Polonia los faworki y en España además de las orejas gallegas, también estarían las hojuelas manchegas y castellanas, los bunyetes y las orelletes catalanas, las fritillas de Albacete, y muchas más versiones a lo largo de nuestro país.
El nexo de unión de esta receta en lugares tan dispares resulta de que todos estos territorios han tenido una comunidad judía, aunque en Italia se mantiene que el galani y sus otras variantes se remontan a las frictilia de la Antigua Roma, dulces fritos en manteca de cerdo que eran típicos de los Saturnales, festividades romanas parecidas al Carnaval de hoy.
Comenzaremos colocando la harina en un bol y en el centro añadimos, por este orden, los huevos, el azúcar, la levadura, el vasito de grappa, la ralladura de limón, una pizca de sal y la mantequilla muy blanda.
Mezclamos la masa utilizando inicialmente un tenedor y luego seguimos amasando con las manos. Trabajamos bien la masa hasta que esté lisa y elástica. Formamos una bola, cubrimos con papel film y dejamos reposar al menos una hora a temperatura ambiente. Cortar un cuarto de la masa y estirarla lo mas fino posible, bien con rodillo o bien con una máquina de hacer pasta.
Seguidamente cortamos la masa en rectángulos de 10 x 20 cm aproximadamente. Lo tradicional es cortar con una ruedecilla dentada. En el medio del galani hacemos un corte largo.
Freímos los galani en aceite caliente a unos 160- 170 grados hasta que estén dorados, los ponemos a escurrir en una fuente sobre papel absorbente. A continuación, los espolvoreamos con azúcar glas.
Con qué acompañar los galani
Estos dulces de carnaval, los galani, son ideales para una buena merienda despúes de llegar de los desfiles de carnaval. Los pequeños de la casa agradecerán a su lado un buen chocolate a la taza, y los adultos también, o ¿porqué no? un chupito de licor grappa.
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