El pollo y los champiñones son dos ingredientes buenos, bonitos y baratos que, además, parecen vivir en un romance gastronómico perpetuo. Sin embargo, si estás hasta las narices de sintetizar su relación en la pechuga de pollo a la plancha y los champiñones salteados, sigue leyendo.
Eso no quiere decir que no haya más fórmulas de trabajarlos, pero si tenemos poco tiempo y ganas, puede que sea una de las más resultonas; hasta que conozcas estos champiñones gratinados a la turca, una receta facilísima que puedes hacer con las sobras de una pechuga de pollo y con esa bandeja de champis que tengas perdida por la nevera.
Además, le vamos a meter un toquecito de queso, que siempre queda bien y os vais a coronar con una receta rápida y limpia que no necesita dejarse una pasta. Algo que no viene nunca mal.
Lo único que hay que hacer es limpiar bien los champiñones, separar los pies del sombrero y picáis los pies, reservándolos. Aparte, en una sartén con un hilo de aceite marcáis los sombreros de los champiñones, lo justo para que se doren por ambos lados.
Mientras se doran, picáis un diente de ajo, un poco de perejil fresco y la pechuga de pollo en tacos. Si tenéis picadora, la picáis en ella; si no, con el cuchillo es suficiente.
Cuando ya estén los sombreros dorados, los retiráis del fuego e incorporáis allí con otro chorrito de aceite el ajo y el pollo picado y rehogáis un par de minutos antes de incorporar los pies picados de los champiñones, dejando que todo se rehogue y vaya perdiendo humedad. Cuando esto pase, añadís un chorrito de vino blanco y las especias al gusto que van a 'turquizar' el plato: tomillo, romero, pimienta blanca, sal y las hierbas que os gusten, dejando que el alcohol del vino se evapore.
Una vez que tengamos la salsa casi lista, añadimos una cucharadita de harina e integramos bien, durante un par de minutos, para que pierda el sabor a crudo y cree un sencillo roux con el que luego vamos a rellenar los sombreros de champiñones.
Lo hacemos, distribuimos mozzarella en trozos por cada sombrerito y lo llevamos al horno, dejándolo que gratine durante apenas 10 minutos a 180 ºC, lo justo para que funda, y tendréis una cena fácil, rápida y de aprovechamiento que lo mismo vale de entrante como de plato principal.
En DAP | Recetas de champiñones
En DAP | Champiñones al ajillo