Inés Vazquez Noya
EditorNo dejes que la sofisticada presentación de esta tarta tatin de verduras te engañe (o asuste); en realidad, es una receta sencilla para preparar a la hora de la cena. Lograr este plato con un toque gourmet es sorprendentemente rápido si hacemos a una compra inteligente: el uso de una lámina de hojaldre del supermercado.
Esta decisión estratégica elimina por completo la necesidad de amasar y reposar del hojaldre casero, reduciendo drásticamente el tiempo de preparación para tener una cena caliente y elegante en la mesa en menos de 40 minutos.
La clave del éxito está en la versatilidad de sus rellenos, ya que funciona bien con cualquier verdura de temporada que tengas en la nevera y convierte los "restos" en una comida de diez. Por ejemplo, en verano, puedes optar por calabacín y tomates; en invierno, por boniato y calabaza o remolacha y puerro. Esta capacidad de adaptación total del relleno, combinada con la rapidez de la base precocida, nos permite tener una tarta diferente cada día de la semana.
Otro punto a favor es que se puede preparar en una fuente grande y servirla caliente o fría. Para complementarla, puedes optar por una crema de lentejas ligera a modo de entrante, añadiendo proteínas y fibra, y un contraste frente al hojaldre crujiente. Como segunda opción, puedes servir un puñado de frutos secos y chips de queso brie para picar mientras la tarta cumple su tiempo de cocción en el horno hasta que adquiera un tono dorado.
Finalmente, cualquier sobrante funciona para llevar al trabajo al día siguiente, acompañado quizás por un tomate fresco y aderezado.
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