Aunque cada vez somos más conscientes de que abusamos de los envases de plástico, el film transparente sigue siendo un básico de cualquier cocina. Curiosamente, usarlo nos ayudar a reducir el desperdicio alimentario gracias a sus extraordinarias propiedades para conservar los alimentos, pero para eso hay que saber usarlo bien.
Todos hemos tratado de envolver algo procurando no gastar demasiado pero hemos terminado con un desastre chapucero. De poco sirve seguir recurriendo al film si terminamos desperdiciando la mitad del rollo, o si no nos ayudará a alargar la conservación de la comida. Por eso los profesionales de la hostelería dominan la técnica perfecta para envolver con film transparente, muy sencilla.
Hotel wrapping, así encuelven en plástico film los profesionales
En el mundo anglosajón se conoce como hotel wrapping o restaurant/banquet wrapping a la técnica que emplean los profesionales para conservar y transportar comida conservando al máximo sus propiedades. Se utiliza sobre todo en las cocinas de hoteles, espacios de eventos y empresas de catering, acostumbrados a trabajar con grandes volúmenes de platos que suelen exigir preparaciones previas.
Conservar correctamente la comida y los productos es esencial para evitar el desperdicio y garantizar la máxima calidad al consumidor final, tanto en sabor y apariencia como en condiciones sanitarias. El plástico film se ha convertido en una herramienta esencial para el mundo profesional, un básico del trabajo diario que ahorra muchos quebraderos de cabeza.
Maleable y flexible, fácil de cortar, económico y versátil, se adapta a casi cualquier superficie y material, adheriéndose al alimento como una segunda piel que evita el contacto con el oxígeno, retrasando el deterioro y protegiendo de olores externos. Es mucho más resistente que el papel de aluminio -no se quiebra- y, al ser transparente, permite ver fácilmente el contenido.
Pero si no se aplica correctamente, usarlo es poco más que inútil.
Cómo envolver con film transparente para aprovechar al máximo sus ventajas
Dos advertencias previas: no nos servirá de nada racanear y lo mejor es prescindir de los envases de cartón con las endebles sierras de corte. El único secreto es envolver completamente el recipiente o alimento, incluyendo la base y los lados.
El paso a paso es muy simple:
- Estirar una capa generosa del film sobre la mesa, sin cortarlo.
- Colocar sobre esa capa el plato, cuenco o alimento que queremos conservar.
- Pasar por encima el plástico para envolverlo por completo llegando de nuevo a la base.
- Continuar envolviendo otra capa más por los laterales hasta cubrir cualquier hueco libre, con la misma tira o cortando una nueva.
Es importante hacerlo con el rollo bien estirado y practicando tensión para dejar fuera la mayor cantidad posible de aire. Y, por supuesto, siempre hay que esperar a que la comida se haya enfriado por completo.
Las ventajas de este sistema
Para empezar, nos olvidaremos de esa frustración que provoca no lograr envolver algo bien. Intentar cubrir un plato o cuenco usando solo una porción pequeña de film, que alcance nada más que los bordes superiores, no suele dar buenos resultados. El plástico no se adhiere bien, se despega, deja rendijas abiertas o se pliega sobre sí mismo.
Envolviendo por completo el recipiente evitaremos goteos, derrames o escapes de líquidos, salsas y jugos del interior. Además el alimento se conservará mucho mejor durante más tiempo, ayudándonos así a evitar el desperdicio alimentario típico de la cocina doméstica.
No es lo mismo que conservar al vacío, pero sí evita el desarrollo prematuro de microorganismos, la aparición de moho o de humedad, muy frecuente en la nevera. Evita la transmisión y absorción de olores y permite conservar bizcochos, sándwiches preparados u otras masas, sin que se reseque o enracie la miga tan rápido.
Renunciar al film transparente en hostelería será difícil, sin embargo es cierto que en casa no siempre tenemos que recurrir a este material. Podemos intentar poco a poco recurrir a otros métodos alternativos de conservación, más sostenibles y reutilizables, como el papel encerado, frascos de vidrio o telas.
Pero es innegable la utilidad del film transparente para hacernos la vida más fácil y reducir el desperdicio alimentario, que es otra gran problemática actual. Por eso merece la pena, al menos, saber cómo aprovecharlo bien.
Fotos | iStock
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