Hace años, una hablaba de carrilleras y la gente la miraba con cierto espanto y repelús. Comerse el moflete de un animal no era algo especialmente atractivo, aunque como casquería fuese de lo más suave. Afortunadamente, los tiempos han cambiado y de unos años a esta parte las carrilleras se han convertido en un corte apreciado, valorado y, sobre todo, muy disfrutado por su sabor y textura.
Esta pieza requiere de una cocción suave y prolongada, por lo que pensé que hacerlas en Crock Pot sería un acierto y no me equivoqué. Podría haber elegido estrenarme en la materia con la receta de carrilleras de cerdo ibérico a la vainilla, en salsa de cerezas o al brandy con manzana, pero he optado por las carrilleras de cerdo al vino tinto, una receta tradicional, una receta tradicional con la que el triunfo llega solo y seguro.
Vertemos el vino en un cacito y lo hervimos a fuego medio hasta que el volumen se reduzca a la mitad. Tardaremos, aproximadamente, unos 30 minutos. Mientras tanto, limpiamos las carrilleras retirando, con un cuchillo afilado y mucho cuidado de no cortarse, la capa de grasa que recubre uno de sus lados.
Salpimentamos cada carrillera por los dos lados. Calentamos un poco de aceite en una sartén y marcamos las carrilletas a fuego fuerte, por los dos lados. De esta manera los jugos quedan atrapados en su interior y el resultado, al final del proceso de elaboración, es una carrillera más tierna y jugosa.
Lavamos las verduras bajo un chorro de agua fría. Pelamos las zanahorias y las cortados en discos. Pelamos la cebolla y la cortamos en tiras, así como los dos tipos de pimiento. Colocamos las verduras en la base de la Crock Pot y, sobre ellas, el concentrado de tomate. Salpimentamos al gusto pero con prudencia, pues podemos rectificar el punto más tarde.
Colocamos las carrilleras sobre las verduras, regamos con el vino tinto reducido y el caldo de carne. Programamos la Crock Pot durante siete horas en posición baja. Retiramos las carrilleras y trituramos la salsa con una batidora o robot. Si queremos que quede más fina la pasamos por un chino, pero no es necesario. Ajustamos el punto de sal antes de servirla con las carrilleras.
Degustación
Las carrilleras de cerdo al vino tinto son una elaboración a la que una guarnición de patatas asadas o puré de patatas cremoso le va de maravilla. Además del pan, claro. Que será necesario para rebañar bien el plato y disfrutar de la salsa tan sabrosa que las acompaña. Esta carne de textura melosa que se deshace en boca es mejor a la hora de la comida, pues es bastante contundente.
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