
La ensalada César es un invento estadounidense que se ha extendido por todo el mundo, sobre todo en su versión moderna, acompañada de pollo.
Aunque hay muchas versiones de su característico aliño, la más extendida hoy en día es una mayonesa muy ligera, aderezada con limón, anchoas, salsa Worcestershire (que también lleva anchoas), sal y pimienta.
Esta salsa se puede hacer perfectamente con tenedor o varillas, si nos gusta dejar a la vista los trozos de anchoa, pero en batidora queda más fina.
En un vaso de batidora, echa los huevos, las anchoas, el zumo de limón, un chorrito de salsa Worcestershire, y una cantidad generosa de pimienta negra recién molida.
Bate la salsa y pruébala. Las anchoas son muy saladas, por lo que es mejor echar sal después, para no pasarnos. También podemos echar alguna anchoa extra si nos gusta que quede algo más fuerte.
Sirve de inmediato.
Para qué utilizar la salsa César
Además de ser el aliño canónico de la ensala César, y ser ideal para acompañar otras ensaladas, ya sean de lechuga o de pasta, esta salsa es perfecta para acompañar verduras asadas, utilizar en sándwiches e, incluso, para acompañar unas patatas fritas o unas alitas de pollo.
Recuerda, eso sí, que estamos ante una salsa con huevo crudo, por lo que debe consumirse en el momento de hacerla, para evitar problemas de seguridad alimentaria.
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