Así como hay alimentos que no solemos consumir crudos sino siempre cocidos y viceversa, los cambios fisicoquímicos que se producen durante la cocción o calentamiento y enfriamiento son responsables de que los siguientes cinco alimentos sean más saludables fríos que calientes.
Patatas
Las patatas son una hortaliza rica en almidón y solemos consumirlas en puré, al horno, fritas, en tortillas, salteados, guisados o en menor medida, en ensaladas.
Su efecto en el organismo varía dependiendo del método de cocción que utilicemos, siendo las patatas cocidas y enfriadas la mejor alternativa si queremos reducir el índice glucémico de la preparación y lograr más saciedad como señala un estudio de la Journal of American Dietetic Association, pues además, ayuda a conservar el almidón resistente de este ingrediente.
Por lo tanto, consumirlas en ensalada, frías tras haberlas cocinado sea cual sea su forma (excepto fritas) puede ser la mejor opción si queremos enlentecer el proceso digestivo, saciarnos más y reducir la velocidad a la que su consumo eleva la glucosa en sangre, lo cual es muy recomendable para diabéticos.
En lugar de puré de patatas, mejor escoger ensalada noruega de patatas, ensalada con tomates secos, de patata y langostinos u otras.
Pasta
La pasta es un ingrediente de variedad de preparaciones, rica en harinas refinadas que deberíamos limitar y dentro de estas, almidón que también puede beneficiarse de un enfriamiento post cocción.
Aunque lo ideal sería optar por pasta integral, la pasta de harina blanca de trigo o de cualquier otro origen es más saludable si la consumimos fría tras haberla hervido, ya que así tendremos un almidón resistente a la digestión que puede ayudarnos a perder peso al saciarnos más y favorecer la oxidación de grasas.
Por ello, mejor evitar la pasta en guisados y sopas y preferir su elaboración en ensaladas como por ejemplo, con brócoli y atún, con col morada, con espárragos, rúcula y tomates secos, o con codornices en escabeche, nueces y pesto ideal para esta temporada.
Arroz
Así como la pasta y las patatas, el arroz es un cereal rico en almidón que se digiere mucho menos si lo enfriamos tras la cocción y lo consumimos así, frío según concluyeron científicos estadounidenses en 2001.
El almidón del arroz una vez frío se digiere mucho menos y más lentamente, lo cual nos habla de la presencia de almidón resistente que sacia más, tiene menor índice glucémico, puede favorecer el tránsito intestinal y ser clave al momento de perder peso, ya que incluso, podemos obtener menos calorías que con su consumo en caliente.
Por eso, mejor preferir ensaladas de arroz por ejemplo con lentejas, aguacate y tomate, con cuscús, pomelo y frutos secos, marinera con camarones u otras. También podemos elaborar un pastel de arroz salado y consumirlo frío, o optar por un arroz con leche enfriado tras su cocción.
Maíz
Ya sea si usamos harina de maíz o la mazorca de maíz y sus granos, siempre mejor consumirlos enfriados tras su cocción, pues como observaron científicos de Nebraska el enfriamiento modifica su almidón volviéndolo más resistente a la digestión de nuestro aparato digestivo.
Así, como en los casos anteriores, nos saciaremos más, no generaremos una rápida elevación de la glucosa en sangre y beneficiaremos las bacterias intestinales con su consumo.
Por esta razón, mejor hervir, asar o cocinar las mazorcas de maíz y consumirlas una vez frías como parte por ejemplo, de una ensalada con garbanzos y aguacate, de judías negras y patata, u otras. También podemos disfrutar del maíz en su forma más sana como parte de un pastel paraguayo o chipá guazú.
Legumbres
Las legumbres que suelen predominar en platos calientes como sopas, guisados y otros platos de cuchara, también pueden ser mejor en frío, pues a su gran aporte de fibra sumamos almidón resistente que se genera tras su cocción si enfriamos estos alimentos como señala una investigación realizada por científicos españoles.
Entonces, si queremos más beneficios aun que los que las legumbres de por sí ofrecen a nuestra dieta y la salud del organismo, lo mejor es consumirlas frías por ejemplo, como parte de una ensalada de alubias blancas, de garbanzos, de lentejas beluga u otras legumbres.
Ya vemos que no todos los alimentos tienen iguales propiedades siempre, sino que en este caso, si consumimos fríos ingredientes ricos en almidón podemos obtener un gran beneficio extra debido a las modificaciones que sufre su almidón cuando lo enfriamos post cocción.
Bibliografía consultada | Journal of the American Dietetic Association, Volume 105, Issue 4, April 2005, Pages 557-562; Food Chemistry, Volume 49, Issue 2, 1994, Pages 181-186; Journal Articles, USDA Authors, Peer-Reviewed, 2001 Feb., v. 53, issue 2; J. Agric. Food Chem., 1997, 45 (10), pp 3848–3854; J. Agric. Food Chem., 1998, 46 (11), pp 4667–4674, DOI: 10.1021/jf980251f.
Imagen | Directo al Paladar