Los rábanos o rabanitos se pueden encontrar en cualquier supermercado y frutería todo el año, aunque es un vegetal más típicamente primaveral que en esta época está en su mejor momento y resulta más sencillo encontrarlos de cultivo local. Crudos están muy ricos aunque también merece la pena cocinarlos con recetas rápidas como esta.
Las hortalizas de raíz y los tubérculos quedan deliciosos en el horno, pero para no tener que encenderlo siempre hemos probado a adaptar esta receta alemana que combina dos técnicas fáciles, el escaldado y el braseado. De esta forma logramos unos rabanitos tiernos pero que conservan su punto crujiente, con un sabor intenso y caramelizado, potenciado gracias al limón y las hierbas.
Escaldar los rábanos enteros (limpios y sin tallo) en agua hirviendo con un poco de sal, un minuto o minuto y medio, y rápidamente enfriar, con agua muy fría o sobre hielo. Cuando no quemen, cortar por la mitad o en cuartos si son muy grandes.
Picar finos los tallos de cebolleta (o usar un par de chalotas pequeñas) y picar finamente o laminar el ajo. Lavar y secar las hierbas, los tomates y el limón. Calentar una buena plancha o sartén antiadherente y engrasar con un poco de aceite.
Disponer los rabanitos con el corte hacia abajo y dejar que se tuesten un poco unos cinco minutos. Añadir la cebolleta, el ajo y las hierbas, y saltear otros cuatro o cinco minutos. Añadir los tomatitos, salpimentar y regar con el zumo de un limón y el sirope de ágave u otro vegetal (o miel, si no seguimos una dieta vegana).
Cocinar el conjunto a fuego fuerte unos minutos más hasta que los tomates empiecen a estar bien dorados o incluso "estallen". Aderezar con ralladura de limón, perejil fresco picado y almendras tostadas y servir.
Con qué acompañar los rabanitos braseados
Una buena ración de estos rabanitos podría ser una cena sencilla vegana que sacia sin dejar de ser ligera, aunque también es un plato perfecto para servir de primero o como guarnición, combinando especialmente bien con carnes y pescados al horno, a la plancha o a la brasa. También acompañarían de maravilla una ración de legumbres o tofu salteado, un huevo escalfado o algo de tofu salteado. Con algo de arroz integral o quinoa tendríamos un plato muy completo.
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