Once alimentos saciantes que te ayudarán a adelgazar o a no pasar hambre entre horas (y muchas recetas para utilizarlos)

Once alimentos saciantes que te ayudarán a adelgazar o a no pasar hambre entre horas (y muchas recetas para utilizarlos)
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

La saciedad es un factor determinante a la hora de planificar una alimentación equilibrada, no solo a la hora de perder peso. El picoteo descontrolado entre horas puede echar al traste cualquier dieta y llevarnos a abusar de productos poco recomendables, que a menudo ni siquiera nos quitan el hambre. Por ello es importante tener en cuenta cuáles son los alimentos más saciantes y saludables que podemos incluir en nuestros menús cotidianos.

¿Qué es un alimento saciante?

Hablamos de alimentos saciantes al referirnos a aquellos que poseen una alta densidad nutricional que nos dejan satisfechos durante varias horas después de ingerirlos. Porque no se trata solo de eliminar esa sensación de estómago vacío, también queremos que nos aporten nutrientes valiosos para el organismo. Generalmente, ambos puntos van de la mano.

Obviamente, cualquier comida puede dejarnos muy saciados si tomamos una cantidad excesiva, pero la idea es que podamos incluir estos alimentos en una dieta equilibrada y coherente, según nuestros objetivos o necesidades, por ejemplo para adelgazar.

Sacia

Puesto que la saciedad puede ser tanto física como emocional, priorizar productos que eviten que nos rujan las tripas poco después de las comidas es un primer paso para controlar la ansiedad. Las calorías por sí solas no son lo más importante, y a menudo podemos perder peso o mejorar nuestra alimentación simplemente con elecciones más saludables, combinadas con algo de ejercicio.

Además del picoteo descontrolado entre horas, uno de los grandes enemigos de la pérdida de peso son las dietas hipocalóricas excesivamente restrictivas. Comer una ensalada simple a base de lechuga probablemente nos dejará con un hambre feroz, con el riesgo de que asaltemos la máquina de snacks o chocolatinas.

Desayuno

Es por ello importante que incluyamos en nuestras comidas principales alimentos con una alta densidad nutricional, y que también los tengamos en cuenta para calmar el hambre entre horas. Si sabemos que a media tarde siempre nos entra hambre, podemos ir preparados de antemano con elecciones sanas para mantener el organismo saciado y bien nutrido.

A continuación repasamos algunos de los alimentos más saciantes que nos ayudarán a controlar todos estos factores, con ejemplos de recetas para dar variedad a la dieta.

Avena y otros cereales integrales

Con cereales no nos referimos a los de desayuno, y mucho menos a su supuesta presencia en galletas o cualquier ultraprocesado. Tanto la popular avena como el propio trigo, el arroz o la espelta, se pueden adquirir en formato de grano entero sin refinar, como también en copos integrales. Cuanto menos procesado esté, más saciante será.

Avena2

Los copos de avena son el cereal más sencillo de encontrar en cualquier supermercado, pero merece la pena probar también el bulgur integral, la cebada o incluso el centeno en grano. También hay que tener presente que existen variedades distintas de copos de avena; si podemos escoger los copos de mayor tamaño, no instantáneos, más saciantes serán (aunque podamos tardar más en cocinarlos).

Los cereales integrales aportan hidratos de carbono complejos de liberación lenta, además de mucha fibra. Si los tomamos con leche, yogur o en algún plato de cuchara, la sensación de saciedad será mayor. Podemos incluir aquí la quinoa, un pseudocereal nutricionalmente muy completo que además nos aporta una buena cantidad de proteínas vegetales.

Huevos

Hablando de proteínas, los huevos son un alimento comodín muy fácil de incluir en cualquier comida del día. No es de extrañar que en tantas culturas se consuman habitualmente en el desayuno, pues sus grasas y proteínas contribuyen a mantener la saciedad durante toda la mañana, y son muy saludables.

Huevo

Evitando la fritura y acompañamientos poco recomendables como la salsa holandesa típica del brunch, el huevo podemos tomarlo pasado por agua, cocido, en tortillas y revueltos, enriqueciendo ensaladas, cremas, sopas y potajes, o como picoteo entre horas.

Legumbres

Ricas en fibra y proteínas vegetales, son fuente de hidratos de carbono complejos y proporcionan mucha saciedad cuando se consumen en platos de cuchara, evitando los embutidos y grasas poco saludables. Si las guisamos con arroz integral u otro cereal incrementaremos ese efecto saciante y también los nutrientes.

Alubias

Las legumbres, en general, exigen un esfuerzo extra al organismo para digerirlas, siendo más ligeras las que no tienen piel. Fuera de guisos y estofados también se pueden incluir en otras preparaciones que incluso podemos llevar para tomar fuera de casa, por ejemplo usando sus harinas.

Además de los garbanzos, podemos usar cualquier legumbre para hacer versiones de hummus y cremas untables, para tomar de picoteo o para incluir como aliño y salsa de verduras, tostas, etc.

Frutos secos

Ya sabemos que son muy calóricos pero también han demostrado ser aliados en la pérdida de peso. Esa alta concentración de calorías los convierten en un recurso muy fácil y cómodo para ingerir en pequeñas cantidades y en cualquier lugar.

Nuts

Su aporte de grasas saludables, proteínas y fibra es el responsable de que sean tan saciantes, pero hay que consumirlos con moderación. Si además están tostados, podemos caer en un exceso de consumo de una sentada antes de darnos cuenta de la cantidad que hemos tomado; por ello es recomendable medir -aproximadamente- las raciones y consumirlas con calma y consciencia.

En su formato de harina podemos hacer más saciantes elaboraciones caseras como un pan o tortitas, aunque son más efectivos cuando los consumimos enteros y al natural. En el caso de sufrir ansiedad, el proceso de pelar las cáscaras puede ayudar a calmarla y ralentiza su consumo. Las mantequillas o cremas naturales también resultan muy saciantes.

Semillas

Podemos incluirlas en el mismo tipo de productos que los frutos secos, debido a que a menudo se combinan con ellos para elaborar snacks y picoteos saciantes, como unos crackers. Salvo las pipas, las semillas son más complicadas de comer por sí solas por el diminuto tamaño, pero podemos incluirlas en todo tipo de platos.

Chia

Sésamo, lino o linaza, amapola, chía, girasol, calabaza... son ricas en grasas, proteínas, fibra y vitaminas y minerales. Se pueden añadir fácilmente a ensaladas, yogur, ensaladas de frutas, verduras, guisos, sopas, tortillas, panes caseros, platos de cereales o aperitivos caseros, coronando por ejemplo el hummus o un aliño.

Pescado azul

Más saciante que el blanco, el pescado azul nos aporta las valiosas grasas saludables tan beneficiosas para el sistema cardiovascular. Salmón, atún, bonito, sardinas, anchoas, caballa... Fuera de temporada del pescado fresco podemos adquirirlo congelado o confiar en conservas de calidad, comodísimas de incluir en cualquier comida del día.

Salmon

Solo conviene leer bien las etiquetas y priorizar aquellas conservas de pescado que no pequen de exceso de sal o de aceites de calidad dudosa. Si lo que buscamos es adelgazar, podemos directamente elegirlas al natural, para controlar nosotros la cantidad de aceite de oliva virgen extra que queramos incluir según el plato.

Carne magra

Si bien estamos señalando las grasas como un factor que contribuye a la saciedad, conviene reducirlas cuando se trata de escoger piezas de carne. No conviene abusar de la carne roja y los embutidos -y sus variantes-, por eso los cortes magros de ave son los más recomendados en dietas de adelgazamiento.

Pollo

Lo que nos interesa de la típica pechuga de pollo o de pavo es su alto contenido de proteínas de calidad. Evitando la piel, rebozados y frituras, podemos conseguir que no sean suelas de zapato insípidas con sencillas técnicas como aplicar una salmuera, un buen marinado o una cocción precisa.

Yogur natural y otros lácteos enteros

Tenemos que quitarnos de la cabeza la idea de que los lácteos desnatados son más saludables, o lo mejor para adelgazar. Numerosos estudios no hacen más que confirmar que las versiones enteras del yogur o la leche tienen muchos más beneficios para la salud, y además son más saciantes.

Yogur

El yogur de leche de vaca, de cabra o de oveja, y también las versiones vegetales, es un alimento particularmente interesante para mantenernos saciados durante más tiempo. Suma la ventaja de ser muy digestivo, por lo que nos evita pasar hambre y también la sensación desagradable de pesadez o acidez. Es ideal para tomar en el desayuno, entre horas o como postre, y también se puede incluir en platos salados como parte de aliños y salsas.

Frutas y verduras crudas

No hace falta indicar que frutas y verduras deberían ser la base de cualquier dieta, pero si buscamos potenciar la saciedad, nos interesa más escoger piezas que podamos consumir crudas, enteras y con piel.

Manzanas

Los vegetales crudos conservan todos sus nutrientes y exigen un mayor trabajo al sistema digestivo, además poseen más agua y ofrecen una mayor cantidad de fibra. A esto se añade el factor masticación, otro elemento clave a la hora de planificar una dieta más saciante que nos evite la ansiedad del picoteo.

Siempre es mejor ingerir frutas y verduras enteras que en zumo, batidos o smoothies, por mucho que las trituremos en crudo y sin colar. Bien lavadas, no hay ningún problema en consumir la piel de manzanas, peras, caquis o melocotones; verduras como la zanahoria, el pepino, los sabanitos o el apio también son excelentes para llevar y tomar a bocados en cualquier parte.

Aguacate

Es una fruta, pero lo incluimos aparte por sus pecualiares características. Más allá de modas, el aguacate o palta es un alimento nutricionalmente muy completo que también es más saciante que otros vegetales por ser muy rico en grasas saludables.

Aguacate1

Los ejemplares más pequeños, cuando están en su punto, se pueden comer a cucharadas abiertos por la mitad como si fueran un yogur o un kiwi; si están muy cremosos se pueden triturar o machacar para elaborar cremas, aliños, patés o algún que otro postre saludable ocasional. Troceado de mil maneras incrementará la saciedad y los nutrientes de multitud de platos.

Patatas y otros tubérculos

Por muy mala fama que tengan tubérculos como la patata, pueden ser también buenos aliados en una dieta de adelgazamiento. Su contenido calórico no es en absoluto elevado pero sí suma una buena cantidad de fibra, que aprovecharemos mejor si la consumimos con piel.

La clave para que patatas y otros tubérculos como el boniato o la yuca sean saciantes y sanos, ayudándonos también a perder peso, está en la forma de cocinarlos. Evidentemente, hay que olvidarse de los ultraprocesados y también de la fritura casera; incluso una freidora sin aceite es poco recomendable en este caso, ya que no favorece la saciedad.

Patatas

Lo mejor es prepararlas cocidas, al vapor, en papillote o al horno, enteras y con piel, siempre que sea posible. Podemos reducir su índice glucémico cocinándolas al dente, vigilando que no se pasen, y acompañándolas de proteínas magras y verduras.

Fotos | iStock - Unsplash - Pixabay
En Directo al Paladar | Estos son los 11 alimentos que pensamos que son buenos para adelgazar, pero mejor que no estén en tu dieta
En Directo al Paladar | Los alimentos no engordan más por la noche: la clave para adelgazar está en qué comemos, no cuándo lo hacemos

Comentarios cerrados
Inicio